Charlamos hoy con María Crespi del grupo Teatro Vince de la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón.
Origen y espíritu del grupo
La compañía nació en 2016 con una vocación clara: unir a docentes y personal de la universidad a través de la experiencia teatral. El objetivo no se limita a subir a un escenario, sino a fortalecer vínculos humanos y académicos en un entorno lúdico y formativo. Desde entonces, el grupo se mantiene estable, con una decena de integrantes que ensayan semanalmente, sorteando las dificultades de horarios y responsabilidades propias de la vida universitaria.
Una diversidad enriquecedora
Uno de los puntos más destacados de la entrevista es la diversidad de perfiles dentro del grupo: profesores de grado y máster, personal administrativo, orientadores o responsables de promoción. Este mosaico genera un ambiente único en el que el teatro actúa como catalizador de relaciones que, de otro modo, difícilmente se darían. Crespi lo define como “un regalo” para conocerse y compartir desde otra perspectiva.
Obras representadas y aprendizajes
El grupo ha llevado a escena títulos como La escalera de la felicidad, La casa de Bernarda Alba, Retrospección de un asesinato, La heredera y, más recientemente, La bella Dorotea de Miguel Mihura. De cada montaje se rescata la experiencia de equipo, la risa, el aprendizaje y, sobre todo, el compañerismo. El teatro se convierte en un refugio donde los participantes pueden ser ellos mismos, lejos de juicios y presiones.
La bella Dorotea: humor y vigencia
La obra de Mihura, actual a pesar de haber sido escrita hace décadas, fue la elegida por su capacidad para combinar humor, crítica social y profundidad. El personaje de Dorotea, rebelde frente a las convenciones y a los prejuicios del pueblo, cobra vida gracias a la interpretación de Isabel Beltrán, cuya naturalidad y fuerza la identificaron de inmediato con el papel. El montaje respeta en gran medida la propuesta original, situándose en los años sesenta, aunque con la frescura suficiente para conectar con el público de hoy.
La dirección y el compromiso colectivo
En el corazón del grupo se encuentra Belén Navajas, directora y miembro de la comunidad universitaria, descrita como paciente, creativa y entregada. Además de guiar a los actores, asume responsabilidades de escenografía, vestuario y organización, encarnando el verdadero motor del proyecto.
Desafíos y proyección
A menudo las obras solo se representan dos veces en la universidad, a pesar del esfuerzo invertido. Por ello, participar en certámenes y festivales, como el del Teatro Mira de Pozuelo, supone una ventana de visibilidad imprescindible. También surge la idea de promover intercambios con otros grupos universitarios de profesorado y personal, lo que enriquecería la experiencia y multiplicaría las funciones.
Teatro y comunidad universitaria
La Universidad Francisco de Vitoria apuesta con fuerza por el teatro: no solo existen grupos de alumnos, sino que incluso los equipos directivos participan en montajes navideños. Para María, el teatro ofrece valores educativos incalculables: creatividad, comunicación, pensamiento crítico, empatía y generosidad. En este sentido, el grupo Vince se convierte en un modelo de cómo las artes escénicas pueden fortalecer tanto la formación académica como el tejido humano de una institución.
El grupo Vince es mucho más que una compañía amateur: es un espacio de encuentro, de construcción colectiva y de crecimiento personal. Sus integrantes demuestran que, con entusiasmo y compromiso, el teatro universitario puede ser un motor de cohesión, aprendizaje y alegría, proyectando valores que trascienden el escenario.