Charlamos hoy con Ildefonso Hernández, del grupo de teatro Adeshora Teatro. Una compañía granadina que demuestra que la afición, cuando se vive con entrega, puede rozar la profesionalidad.
El episodio nos lleva a los orígenes del grupo, nacido de la experiencia en Ofecum Teatro, y a esa evolución natural que los convirtió en una asociación independiente movida por el amor al teatro y por el deseo de seguir creando. Hernández nos habla con emoción de “Los días de la noche”, su actual montaje, una historia tan cotidiana como necesaria que aborda, con ternura y sentido del humor, la vida de una pareja mayor marcada por la pérdida, la memoria y la enfermedad. Una obra que es también un homenaje al papel silencioso de los cuidadores y una reflexión sobre el paso del tiempo y la dignidad.
El compromiso social de la compañía se traduce en su participación en actividades solidarias y en certámenes de teatro aficionado por toda España, donde han cosechado premios y reconocimiento. Pero más allá de los galardones, lo que impulsa a Adeshora Teatro es la respuesta del público, esa mezcla de lágrimas y sonrisas que confirma que el teatro sigue tocando lo más hondo.
Ildefonso comparte también sus retos como actor y director —“se lleva mal”, admite entre risas— y adelanta su próximo proyecto, “Cartones”, una historia escrita por Manuel Vega que promete mantener ese equilibrio entre drama, ternura y verdad escénica que caracteriza al grupo.
El diálogo se cierra con una reivindicación: el teatro aficionado merece más espacios y apoyo institucional, especialmente en una ciudad como Granada, donde la actividad cultural late con fuerza. Y, sobre todo, con un mensaje de aliento a quienes aman el escenario: “El teatro es vida, y la vida es teatro”, recuerda Ildefonso citando a su compañera Milagros.

